Bacterias beneficiosas, presentes en leche, mosto, yogures, cerveza...), modifican el alimento de forma ventajosa para el hombre.
Bacterias alterantes, provocan la putrefacción de los alimentos. Son los microorganismos más numerosos y muy ubicuos. Ejemplo, la leche se corta, carne coge sabor desagradable, la nata se pica... Nos dan una pista de que no hay que comer ese alimento. Suelen ocasionar alergias, picor, manchas en la piel...
Bacterias patógenas, son las peores, ejemplo, salmonella, presentes en huevo, aves y pescado (en la imagen inferior). Si son consumidas en número suficiente provocan alteraciones en la salud del ser humano. Este tipo de bacterias no alteran el aspecto del alimento, no lo transforman, no sabe mal, no pica, no huele... al no poderse detectar son los más peligrosos, producen gastroenteritis, vómitos, fiebre... ejemplo: salmonella, estafilococos (en la piel, heridas mal desinfectadas...). Son las que causan las intoxicaciones alimentarias.
