En una operación contra los Tigres Tamiles (la minoría tamil luchaba contra el Gobierno de Sri Lanka por lograr la independencia de los territorios situados al norte y este de la isla). La situación fue la siguiente: tres terroristas supuestamente han colocado una bomba en algun lugar de la ciudad, y les capturan, se les interroga insistentemente sobre el lugar de colocación de la bomba, y se limitan a guardar silencio. La policía les sigue preguntando y les amenazan con matarles si no les dicen dónde está la bomba. Ellos permanecen en silencio. Un policía saca la pistola, apunta a la frente de uno de ellos, y dispara. Los otros dos, de inmediato hablan, informando de que la bomba está situada en una estación de tren abarrotada de gente y que explotará en una hora y algo. La bomba se encuentra y se desactiva, evitando que cientos de personas mueran.
Y estamos siempre con la clásica pregunta: ¿el fin justifica los medios?
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